No juzgues y ve a todos con los ojos del amor

La gran mayoría de los seres humanos estamos acostumbrados a juzgar a las personas que están cerca de nosotros porque no compartimos su forma de pensar, de actuar y de ser. Los primeros en ser juzgados por nosotros son nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo y en especial los gobernantes y funcionarios públicos.

Es una costumbre generalizada que tenemos de emitir juicios sin tomar en cuenta el daño que a veces hacemos con nuestras palabras y comentarios.

Por un momento deberíamos colocarnos en la posición de aquel a quien estamos juzgando, y preguntarnos ¿de qué manera actuaría yo si estuviera en la misma posición?

Antes de juzgar a cualquier persona deberíamos recordar las palabras dichas hace más de dos mil años por uno de los seres más grandiosos y trascendentales de la historia, el Maestro Jesús, quién nos señala que no juzguemos para no ser juzgados.

En lugar de juzgar a un ser por considerar que esta cometiendo un error o no está actuando bien, ¿por que no le enviamos pensamientos de iluminación?, con ello estaríamos ayudándolo para que pueda ver y enmendar el error cometido

Debemos recordar que nosotros con nuestros pensamientos podemos influir en el ambiente que nos rodea y ayudar a las personas enviándoles pensamientos elevados para que puedan ellos a su vez elevarse también.

De ahora en adelante cuando caigas en cuenta que estás emitiendo juicio en contra de otra persona envíale pensamientos de luz, ilumina su mente, de esta forma lo estarás ayudando y a la vez te beneficiarás tú también porque el Universo te retribuye por tus buenas acciones.

Recuerda, en lugar de juzgar acepta a las personas tal como son y ve todo y a todos con los ojos del amor.