¿Qué nos depara el 2011?

Si el 2010 fue un año de cambios y muchas energías, 2011 no será lo contrario. Este nuevo año se inicia con un eclipse de sol, el día 4 de enero, que dará inicio a una serie de eventos astrales que incrementarán las energías que llegarán a la tierra. En total serán seis los eclipses que se producirán durante 2011, cuatro de sol y dos de luna.

Los antiguos sabios de las Eras de Iluminación reconocían estos acontecimientos como plenos de poder y que eran dedicados para la oración, la meditación y la búsqueda interna a fin de lograr los cambios que deseaban hacia un mayor bien.

El eclipse de luna del 21 de diciembre de 2010, día del Solsticio de Invierno, marcó la entrada de las poderosas energías que llegarán en 2011, que podríamos decir será un año de grandes cambios y un período de aceleración para el Planeta Tierra.

La energía que llegará no será más fácil que la que recibimos en 2010. Si nuestros cuerpos sintieron los cambios producidos por la radiación energética de 2010, tendremos que aprender a operar en una frecuencia mucho más elevada.

En 2011 habrá un portal de fecha triple, 11-11-11, que al igual que el 10-10-10 es el preludio de la etapa de ascensión que vive nuestro amado Planeta Tierra. Uno de los cambios más importantes que se producirán en los próximos dos años será que el amor por el poder comenzará a ser desplazado por el Poder del Amor.

Así que debemos prepararnos con alegría y optimismo para recibir al nuevo año que viene cargado con mucha energía. No importa la situación que estemos viviendo, nuestros pensamientos deben ser de iluminación, abundancia, paz y amor. Recordemos que nuestros pensamientos son poderosos y podemos armonizar ambientes, situaciones y personas.

Formemos parte de esos cambios maravillosos que se producirán en nuestro amado Planeta Tierra. Ayudemos a lograr que el Poder del Amor desplace definitivamente al amor por el poder. Demos la bienvenida al año 2011 en paz y amor.

Espíritu de la Navidad

Cada año los seres humanos alrededor del Planeta nos preparamos para recibir en nuestros hogares al Espíritu de la Navidad, hacemos rituales y ofrecemos una cena en honor a ese ser mágico, que nos visita cada 21 de diciembre y que según la leyenda llega montado en su trineo cargado de regalos, rodeado de una energía maravillosa que nos trae paz, amor, alegría y prosperidad.

Pero qué pensarían ustedes si les digo que ese espíritu que esperamos que llegue con tanta emoción está más cerca de lo que pensamos, que está dentro de nosotros, en lo más profundo de nuestro corazón y que solo debemos encontrarlo para luego llevarlo fuera, donde todos nuestros hermanos puedan sentirlo.

Cada uno de los seres humanos tiene en su interno una chispa divina y es precisamente esa chispa la que se enciende cuando logramos encontrar ese espíritu en nuestro corazón, el Espíritu de la Navidad.

Si nos proponemos podemos ser esos seres mágicos que llevan paz, amor, alegría y prosperidad a todo el Planeta Tierra, ¿como podemos hacerlo? enviando pensamientos bellos a la atmósfera de la tierra, deseando lo mejor para nuestros hermanos, no solo en nuestro país, sino a nivel mundial, tendiéndole la mano al necesitado y llevando alegría a los que están tristes.

En estos momentos de cambios que vive el Planeta Tierra nuestra misión es llevar amor a todo ser vivo: humanos, animales, plantas y elementales (agua, aire, fuego y tierra). Nuestros pensamientos ayudarán a la tierra en su etapa de ascensión.

Los invito a que busquen en su interno ese Espíritu de la Navidad y lleven dones de paz, amor, alegría y prosperidad a todo el Planeta Tierra, sean bondadosos y dadivosos con su provisión para que se les multiplique.

Hagan un viaje imaginario por toda la tierra, recorran los cinco continentes, vean ciudades, aldeas, centros poblados y lleven en pensamiento dones divinos a todos los seres humanos, deseándoles una ¡Feliz Navidad!