La Fuerza de la Naturaleza

El pasado 11 de marzo fuimos testigos del poder y fuerza que tiene la Naturaleza. El terremoto de 8.9 grados en la escala de Richter que azoto a Japón y que causó un tsunami, que arraso con gran parte del territorio de ese país, es prueba de ello. Tanto el movimiento sísmico como el tsunami causaron la muerte a miles de personas, centenares de desaparecidos y graves daños a las plantas nucleares.

La comunidad mundial pudo, gracias a las nuevas tecnologías, presenciar casi inmediatamente los daños que causó uno de los terremotos más fuertes de los últimos años y que originó el impresionante tsunami, que con olas de 10 metros de altura arraso con la costa norte de Japón y puso en alerta a todos los países que comparten la costa del Pacífico, incluidos Hawai, Estados Unidos, Centro y Suramérica.

Ante acontecimientos de tal magnitud los seres humanos nos sentimos abrumados al ver el poder que tienen los elementos, en este caso la tierra, el agua y el fuego. Vimos edificios derribados, por la fuerza del movimiento sísmico, enormes olas que arrasaban con todo a su paso desde barcos, autos, casas, aviones y grandes incendios que lo consumían todo.

Según los científicos el terremoto de 8.9 grados hizo que se inclinara el eje de la Tierra en 10 centímetros. Viendo esto desde el punto de vista espiritual, lo que ocurrió en Japón es producto del cambio que está sufriendo el Planeta Tierra como consecuencia de las nuevas energías.

En otras oportunidades he señalado que nuestro amado y querido Planeta Tierra está en un proceso de cambios, y esos cambios requieren de movimientos como el ocurrido no solo en Japón, sino en Nueva Zelanda, Haití y Chile. Recordemos que estas naciones han sido sacudidas por fuertes movimientos sísmicos.

Pero no solo la Tierra está en ese proceso de cambio producto de las nuevas energías que están llegando al planeta, los seres humanos también estamos sintiendo en nuestros cuerpos y ambientes los efectos de esos cambios. A veces sentimos que somos sacudidos por una serie de síntomas (a nivel del cuerpo físico) y de eventos (a nivel de ambiente), que nos estremecen y nos hacen sentir vulnerables.

Ante hechos como los que estamos presenciando en el Planeta debemos pensar y reflexionar sobre el poder que tiene la Naturaleza sobre nosotros y los cambios que pueden ocurrir en tan solo unos minutos.

Por ahora solo nos queda enviar pensamientos de paz, amor, fortaleza y provisión a todos los japoneses, rogando para que pronto puedan recuperarse de esta tragedia. Tenemos la seguridad que como en otras oportunidades, esa nación logrará resurgir de las cenizas como el Ave Fénix.

Un Abrazo Japón...estamos contigo.