Siempre esperamos recibir amor de las demás personas y olvidamos que nosotros tenemos nuestra propia fuente de amor que puede sanarnos, dar vida a nuestras células y transformar nuestra vida total.
El amor es la mejor medicina que podemos administrar a nuestro cuerpo. Cuando amamos nuestro cuerpo podemos impedir la enfermedad. El estrés es causa de muchas de las enfermedades que aquejan a los seres humanos: infartos, presión arterial alta, crisis nerviosa, etc.
Háblale a tu cuerpo, dile: "Te amo cuerpo mío y te doy las gracias por toda la utilidad que me brindas. Amo y bendigo mis ojos, mis manos, mi pies; amo y bendigo mis órganos: corazón, pulmones, hígado, páncreas, cerebro, estómago, intestinos".
Si nos amáramos tan solo un poco, si enviáramos amor a nuestro cuerpo, a nuestros órganos, a nuestras células seríamos más sanos, alegres y la enfermedad no tendría cabida en nosotros.
Cada uno es responsable de amar y cuidar su cuerpo; los sentimientos que puedan aparecer a causa del estrés podemos combatirlos con el amor. Enviando la energía de amor a todo lo que nos rodea, sin importar lo que esté sucediendo, podemos ayudarnos a nosotros mismos y ayudar a los demás.
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